Puede ocurrir que tengas objetos metálicos, quizás antiguos y a los que estamos especialmente apegados, que por la humedad o por un mal mantenimiento se hayan  oxidado,  adquiriendo un aspecto antiguo y estropeado. Existen muchas  soluciones para eliminar el óxido del metal  , pero a continuación te ofrecemos algunas que puedes aplicar en casa.

La mayoría de los productos para  eliminar el óxido de los objetos  contienen compuestos químicos y abrasivos, que son tóxicos para la salud. Además, casi todos implican la inmersión de objetos en una solución, con el riesgo de dañar objetos especialmente delicados.

Las soluciones que te proponemos a continuación, por el contrario, no son en absoluto tóxicas ni nocivas para la salud, pudiendo aplicarse en casa con total seguridad, obteniendo resultados más que satisfactorios.

Eliminar el óxido con papel de aluminio.

Este es quizás uno de los trucos más efectivos y menos conocidos para eliminar el óxido de los objetos metálicos. Corta pequeños trozos de papel de aluminio de unos 10 centímetros, humedécelos y frótalos sobre el óxido.

Notarás que el óxido se desprende rápidamente, como si el papel aluminio fuera una goma de borrar. Una vez que se elimine el óxido, limpie con un paño de algodón.

Una de las ventajas de este método es que el papel de aluminio es extremadamente maleable y puede llegar fácilmente incluso a los rincones difíciles.

Bicarbonato de sodio

Uno de los remedios más populares, funciona mejor con capas delgadas de óxido. Aplicarlo es muy sencillo y realmente solo lleva unos minutos.

Humedezca bicarbonato de sodio con agua y aplíquelo a los elementos dañados por el óxido.

Frote con un cepillo de dientes o una esponja, luego limpie con un paño de algodón.

Limón y sal contra el óxido

El jugo de limón tiene una propiedad abrasiva leve y cuando se combina con sal puede ser muy eficaz para eliminar el óxido de los objetos metálicos.

Espolvoree un poco de sal sobre el objeto oxidado, luego vierta el jugo de limón y use la misma ralladura para frotar bien hasta que todo el óxido se elimine por completo.

 

Por último, limpia con un paño de microfibra o algodón.