¿Quién no ama un hogar perfumado? Llegar a casa y encontrar el aroma que más nos gusta no tiene precio. Desafortunadamente, sin embargo, muchas personas confían en los desodorantes comerciales, que liberan muchas sustancias tóxicas y dañinas para nuestra salud.

La inhalación prolongada de estas sustancias nocivas puede causar dolores de cabeza, mareos y problemas respiratorios. Confiar en la naturaleza es una gran manera de protegerte a ti y a tu familia, sin renunciar a tu aroma favorito.

Para preparar este ambientador natural necesitas: bote de cristal, bicarbonato, un aceite aromático, una vela.

Llene el frasco hasta la mitad con bicarbonato de sodio, luego vierta 10 gotas de cualquier aceite que desee (sugerimos frutas cítricas como limón o mandarina).

Mezcle bien, luego coloque la vela en el centro del frasco, sumergiéndola un poco en el bicarbonato de sodio.

¡El desodorante está listo! Basta con encender la vela y en unos minutos la casa se verá invadida por nuestro perfume favorito.